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Kirkpatrick: hacia el impacto real de la capacitación

Modelo de Kirkpatrick: Más allá de medir la satisfacción

En un entorno empresarial cada vez más competitivo, la inversión en capacitación y desarrollo se ha convertido en una prioridad. Sin embargo, medir la efectividad de estos programas ha sido siempre un desafío. Aquí es donde entra en juego el Modelo de Kirkpatrick, una metodología clásica y a la vez adaptable, que nos permite evaluar los programas de formación desde múltiples perspectivas.

 

Estas son las 4 etapas de uno de los modelos de evaluación de las acciones formativas más populares, desarrollado por los hermanos Kirkpatrick, que no son otras que:

 

1. Reacción

2. Aprendizaje

3. Comportamiento

4. Resultados

 

 

Los niveles 1) y 2) miden la calidad de la formación y el 3) y 4) el impacto conseguido. Considerando que las evaluación de satisfacción pasadas a los alumnos son condición necesaria pero no suficiente para que los participantes hayan adquirido nuevas habilidades o las pongan en práctica en sus puestos de trabajo.

 

En este sentido las pruebas del nivel 2, si pueden resultar más objetivas y utilizar herramientas como simuladores, realidad virtual, assessment center, prácticas, etc.

 

Por ello, muchos profesionales parten del nivel cuatro con los objetivos a logar y van definiendo los comportamientos a conseguir y desarrollando los contenidos y aprendizajes que nos permitirán lograr las metas plateadas.

 

 

Aunque esta metodología contrastada es de los años 60, las dificultades de su implementación, han impedido su puesta en práctica en la mayoría de las organizaciones. No obstante, el sistema ha sido revisado y actualizado a lo largo de estos años.

 

Quizá con los modernos sistemas informáticos de gestión de la formación, la virtualización de la formación y la digitalización de la modalidad presencial y las soluciones elearning permitan ponerlo en marcha por parte de las organizaciones sin tanta dificultad.

 

Respecto a la medición del ROI en formación, el Dr. Jack Phillips realizó un trabajo basado en este modelo convirtiéndose en una de las metodologías más utilizadas en el mundo para pronosticar la rentabilidad esperada de una formación, incluso antes de invertir en ella (MCPCC ROI Forecasting Tool).

 

Estas son algunas de las fórmulas propuestas para medir el retorno de «su cadena de impactos» …

 

 

 

En este modelo, todo se cuantifica económicamente, de mamera que cuando se obtiene un ROI negativo, debemos hacer retrospectiva del proceso y encontrar donde estuvo el fallo, volvemos a actuar de manera inversa «utilizando el retrovisor«.

 

Analizando el Modelo de Kirkpatrick

 

Desarrollado por Donald Kirkpatrick, este modelo propone cuatro niveles de evaluación que van desde las reacciones iniciales de los participantes hasta el impacto final en los objetivos organizacionales. Volviendo a los niveles, detallamos:

 

 

 

 

 

Características del Modelo de Kirkpatrick

 

 

Conclusiones: Más allá del Modelo de Kirkpatrick

 

Si bien el Modelo de Kirkpatrick es una herramienta valiosa, es importante reconocer que la evaluación de la formación es un campo en constante evolución. En los últimos años, se han propuesto diversas ampliaciones y adaptaciones del modelo original, como la inclusión de un quinto nivel que evalúa el retorno de la inversión (ROI).

 

El Modelo de Kirkpatrick sigue siendo una referencia fundamental para evaluar la efectividad de los programas de formación. Sin embargo, para obtener una visión más completa, es necesario complementarlo con otras herramientas y metodologías. Al adoptar un enfoque integral y basado en datos, las organizaciones pueden garantizar que sus inversiones en capacitación generan un impacto real y sostenible en el negocio.

 

Este modelo puede servir como punto de partida para una discusión más profunda dentro de las organizaciones sobre la importancia de la evaluación de la formación y cómo el Modelo de Kirkpatrick puede contribuir a mejorar la eficacia de los programas de capacitación en las organizaciones.

 

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