Encadenamiento de contratos temporales
Los contratos temporales han de celebrarse exclusivamente cuando las circunstancias de la prestación del servicio coincidan con un tiempo concreto.
Por ejemplo, se suelen utilizar cuando se sustituyen temporalmente a trabajadores (bajas, excedencias, etc), por circunstancias de la producción (picos de trabajo, temporada alta, …), o cuando un puesto tiene carácter de temporal hasta que se encuentre a la persona adecuada.
La clave, para no incurrir en fraude de ley, es que la temporalidad del contrato este perfectamente justificada.